sábado, 18 de mayo de 2013

El nombre del Doctor



Tranquilas las masas. Este post ha conseguido mantenerse libre de spoilers (no tanto como su autor, aunque tampoco ha sido tanto afortunadamente) con respecto a lo que Moffat tiene preparado para cerrar la trigésimo tercera temporada del Doctor más emblemático de la tele. Así que no os preocupéis, podéis leer esto perfectamente.

Desde el primer serial de la serie, el nombre del Doctor se ha mantenido en secreto. Ni sus propios congéneres gallifreyanos se dirigen a él de otra forma que "Doctor", ni siquiera cuando lo someten a juicio o cuando se convierte en el dirigente máximo de la sociedad de Gallifrey. Ni siquiera en ese momento. Evidentemente, si sus paisanos se dirigen a él con un sobrenombre, sus companions (humanos o no) no iban a ser menos.

Y así, ya desde el primer serial de la serie, cuando los grandiosos Ian Chesterton (perdón, sir Ian of Jaffa) y Barbara Wright, le llaman "Doctor Foreman" y él les dice que Foreman no es su nombre, el nombre del Doctor ha quedado convertido en el gran secreto de la serie. Un secreto que viene ya preconizado en su título.

Al principio, no era más que un misterio más de los muchos que rodeaban al Doctor. Tardamos 3 temporadas y un poco en verlo regenerarse, 6 temporadas en aprender lo que era un Time Lord y que tenían dos corazones, 11 en saber que su planeta natal se llamaba Gallifrey... Y así poco a poco, se iban desvelando los secretos en torno a este "vagabundo en la cuarta dimensión", como él mismo se definió al principio de los tiempos.

Todos excepto el nombre. Y fue el mismo Moffat el que se encargó de llenarlo de contenido más allá de una simple referencia al título de la serie. Lo hizo  The Girl in the Fireplace, escrita por Moffat para la vigésimo octava temporada del show, la segunda de la nueva etapa. Y lo ha vuelto a plantear con fuerza en estas dos últimas temporadas. Desde entonces, se ha convertido en la primera y más importante pregunta del Universo.

El título del episodio que se emite esta tarde The Name of The Doctor amenaza con romper esta mística del nombre y promete que asistiremos a esta revelación histórica (vaya semana de revelaciones, por cierto). Y no es extraño que haya quien se ha manifestado en contra.

Personalmente, yo soy de los que piensa que parte de la mística del show es el anonimato de su protagonista y que, por eso, no debería ser conocido. Pero admito que si me lo plantean bien, puedo llegar a aceptar lo que me ponga Moffat, aunque para mí cada vez tiene menos "crédito". Más o menos por las razones que aparecen en este post.

En resumen, que para mí lo del nombre del Doctor es una cuestión "romántica", un "regalo para los fans" que amenaza con romper parte de la mística del Doctor. Son otras decisiones las que me ponen más nervioso. Pero qué le vamos a hacer, yo no soy el showrunner de Who.

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