viernes, 6 de diciembre de 2013

El mundo después de Red John



Aviso a navegantes: Si todavía no sabes quién es Red John puede que prefieras esperar a averiguarlo antes de leerla, porque esta entrada contiene spoilers acerca de los dos últimos capítulos de The Mentalist. Mejor prevenir que curar, ¿verdad?

Hablábamos hace un par de semanas del buen estado de forma en el que estaba The Mentalist en esta recta final de la caza de Red John que había sido el hilo conductor de toda la serie hasta el momento. La trilogía final del misterioso asesino es posiblemente lo mejor que ha hecho la serie en sus 5 temporadas y 9 capítulos de vida y, aunque con sus peros, ha demostrado lo que puede dar de sí una serie a la que costaba tomar en serio porque ella misma no lo hacía.
Se acabó el color rojo en los títulos de la serie de Bruno Heller tras esa escena final maravillosa en la que Jane se cobra con sus propias manos la tan esperada venganza por el asesinato de su familia, algo que llevábamos tiempo queriendo ver los que seguimos viendo la serie. Estaba ya bien de alargar la trama a base de trucos baratos y engañifas tan burdas como las que usa su protagonista.

Called it!
Y, si es cierto que la caza final de Red John, probablemente uno de los villanos televisivos más interesantes de los últimos tiempos, hace justicia a todo lo que puede dar de sí la serie, quizás los últimos minutos de vida de asesino de la cara sonriente no hagan justicia del todo al mito que se había generado en torno a él. Por mucho que el Sheriff de Napa Valley fuera, de los siete finales, el sospechoso más creíble de todos – junto, quizás, Kirkland – y el misterio se hubiera mantenido perfectamente hasta el último – o penúltimo (I called it!) – capítulo de la saga, los momentos finales de Red John escapando como un criminal común más a través de Sacramento no parecen estar a la altura del mito. 

Menos mal que el momento en el que se resuelve todo sí lo está. Que, después de todo este tiempo, Patrick Jane recapacitara y entendiera que el camino de la justicia era el camino recto sería pedirle peras al olmo, no está en su ADN. El hecho de que fuera con sus propias manos es mucho más sincero, creíble, crudo y significativo que aquella escaramuza extraña que nos vendieron al final de la tercera temporada (pobre Bradley Whitford).

Fuera de la historia en sí, es muy discutible el hecho de que Bruno Heller no tuviera previsto desde el principio quién iba a ser Red John. Él mismo lo ha confesado recientemente (párrafo inicial, antes de la entrevista a Xander Berkeley). Muestra una completa falta de previsión y favorece la presencia de trampas y engaños al espectador. Es cierto que ha facilitado que el misterio se alargue, pero a costa de artificios no siempre creíbles.

En cualquier caso, Red John está muerto y «the show must go on», al menos lo que resta de temporada. The Mentalist no puede volver a ser lo que era, porque The Mentalist era la historia de la venganza de Patrick Jane, aunque a veces se olvidaran de ello. Quizás lo más positivo fuera que esto supusiera el final de la serie, ya fuera en mid-season o al final de temporada, pero no se puede criticar a la gente de la serie por intentar redefinirla de cara al futuro.

En ese sentido, el capítulo de esta semana pasada actúa como piloto de lo que será la nueva era, situada
El nuevo jefe de grupo
tras un salto temporal de dos años. Marca la salida de Rigsby y Van Pelt de la serie, algo que ya había sido anunciado hace tiempo, y el cambio de ubicación y circunstancias del equipo. Las aventuras de Jane, Lisbon y Cho, junto con las dos nuevas incorporaciones a la serie, los agentes Abott (a quien conocimos ya en los últimos capítulos de la era roja) y Fischer tendrán lugar ahora, presumiblemente, en Texas. Aunque poco más podemos saber de cómo se desarrollará la serie a partir de ahora.

Esperemos, eso sí, que este "piloto" no sea una muestra de cómo funcionará la serie en el futuro, ya que, a pesar de no ser un mal capítulo del todo, y  muestra muchos de los defectos propios de The Mentalist que había conseguido superar – o, al menos, disimular – con el tiempo: resoluciones facilonas, una óptica quizás demasiado simplistamente optimista, la "superioridad" de Patrick Jane... Parece que el personaje que interpreta Rockmond Dunbar será capaz de tenerlo a raya, pero todos sabemos cómo va la historia al final.

Al menos tienen esta temporada para enseñarnos cómo pretenden mostrar el futuro de la serie. Y los primeros ocho capítulos de la temporada se merecen que, al menos los que ya hemos llegado hasta aquí, les demos un voto de confianza. Más allá de esta sexta temporada – que yo aún no tengo claro si tiene 13 o 22 episodios – ya veremos. Si sigue la serie en antena, claro está.

4 chapuzones :

  1. Hola!

    Soy editora en ¡Vaya
    Tele!. Te escribo para comentarte que hemos seleccionado este artículo para nuestra sección 'Estrellas Invitadas' que saldrá mañana
    miércoles. Un saludo y gracias! Ojalá podemos contar más veces con tu
    participación.

    ResponderEliminar
  2. ¡Menudo honor, gracias!

    ResponderEliminar
  3. ¿Me lo parece a mi o The Mentalist se ha transformado en White Collar? Solo falta que le pongan a Patrick una tobillera electrónica.

    ResponderEliminar
  4. Sí, bueno, no es la primera vez que juegan con esto. Y no es White Collar la única serie que lo hace. Alguna más hay (aunque no se me ocurre ahora el nombre, quizás The Blacklist) con el mismo mecanismo. En cualquier caso, buena comparación ^^

    ResponderEliminar